sábado, marzo 13, 2010

Vení, Pigmalión (2.0)

Siéntate un momento, Galatea,

ahora que estamos solos.

Aceptemos al fin que tú y yo

poco tenemos que ver.

Me he perdido en la homilía inútil

de este vicio redentor, blanca estatua;

porque soy llanura y tú, isla,

porque eres voz y yo mirada,

porque eres risa y yo un canto,

y por tu imperfección perfecta,

poco tenemos que ver.

Te he creado distinta a mí, como eres,

infinita,

inalcanzable;

como la oración que nunca digo

antes de soñar el sueño en que te sueño

para que existas,

para que seas,

para no resolver el laberinto de tus ojos

nunca

y seguir amándote,

aunque poco tengamos que ver.

 

 

 

Günter Rojas

11 mar. 10





No hay comentarios: