domingo, abril 25, 2010

De la Serie "Cuentos Rápidos" Méx. 2009

En 1943 un grupo de videntes grabó, en un primitivo medio magnético, la narración de una serie de eventos económicos, políticos, sociales, culturales y religiosos, que acontecerían con cierta regularidad en el espiral espacio-temporal-circunstancial de nuestra historia. Científicos de todo el mundo se hicieron una copia del material y la estudiaron repetidamente, corroborando los eventos cada vez que ocurrían. Al no encontrar explicación posible, la tradujeron a sus idiomas locales, la adaptaron a su entorno y, con la esperanza de encontrar datos reveladores; pusieron la espiral-experimento a disposición del público, en forma de noticieros.


Günter Rojas
abr. 2010

sábado, marzo 13, 2010

Vení, Pigmalión (2.0)

Siéntate un momento, Galatea,

ahora que estamos solos.

Aceptemos al fin que tú y yo

poco tenemos que ver.

Me he perdido en la homilía inútil

de este vicio redentor, blanca estatua;

porque soy llanura y tú, isla,

porque eres voz y yo mirada,

porque eres risa y yo un canto,

y por tu imperfección perfecta,

poco tenemos que ver.

Te he creado distinta a mí, como eres,

infinita,

inalcanzable;

como la oración que nunca digo

antes de soñar el sueño en que te sueño

para que existas,

para que seas,

para no resolver el laberinto de tus ojos

nunca

y seguir amándote,

aunque poco tengamos que ver.

 

 

 

Günter Rojas

11 mar. 10





jueves, diciembre 24, 2009

Cuatro paredes

Más que cuatro paredes y un techo

o una cena al final del día;

más que una tibia cama

o el mejor rincón del mundo;

más, pero mucho más que eso,

mi hogar, eres tú.



--
Günter Rojas
gunter.rojas@gmail.com

domingo, octubre 18, 2009

De la vida real...

 

 

La jirafa y el ratón caminaban por la sábana. Mamá –dijo el ratón- ¡Ayúdame, me estoy cayendo! La jirafa corre en su auxilio y como toda madre buena, le salva de un precipicio mortal entre almohadas. Caminan hasta el valle del edredón, donde habitan los monstruos y al llegar, una araña de cinco dedos les impide el paso. Un feroz chango despeinado roba su comida mientras huyen a toda prisa en un caballo blanco y otro rosa. ¡Hijo, ayúdame!-gritó la mamá del cuento- y el ratón preguntó que le pasaba. Ya no pudo contestar. Su voz de madre buena, se va entrecortando, balbucea un par de veces más, sus piernas quedan tendidas sobre una cordillera de colchas. En el horizonte, el sol de setenta y cinco watts termina su función. Herida de sueño, la narradora de noventa y ocho centímetros de altura, se queda dormida y nos quedamos el ratón, la araña y yo velando la noche tranquila de un mundo que ya conozco y que a mis treinta años lucho por recordar.

 

 

Günter Rojas

2006



viernes, octubre 02, 2009

DE LA SERIE "Cuentos rápidos" México, 2009


Encendí la luz de la habitación, miré debajo de la cama, dentro de un cajón, abrí el armario con cuidado, salí a la sala, recorrí el comedor, la alacena y la bodega, miré al traspatio y en el estudio, llegué a la puerta de calle y antes de abrirla me detuve. No existen los monstruos, pensé, y regresé a dormir tranquilo. Afuera esperaban todos, escondidos tras cualquier árbol, con su propia incertidumbre por saber si existía yo.


--
Günter Rojas

domingo, septiembre 27, 2009

ENTRESUEÑO

 

 

 

Tan pronto como puede

                                      muere

Tiempo atornillado al esqueleto

mirada que escurre en grietas de luz

                                                        se hace sombra

                                                                    no avanza

Ruidos lejanos

                   minúsculos

                                  imperceptibles

                                 

                                                                         ausentes

 

Abre la flor de las manos

                                        pétalos dormidos

                                                                       silenciosos

                                                                             

                                                                                c  a  e  n

Por su boca entreabierta

asoma la conciencia

                          

                                     sol vestido de noche

colgado de los párpados

 

Muerto latente

                       tibio y sereno

revive a cada luz

                        verde y severa

                                       de todo semáforo enemigo

 

 

 

 

 

Günter Rojas

jueves, septiembre 17, 2009

Espera

 

 

Mano atroz que calcina el tiempo,

témpano de luz en el cielo,

baile de candelas, rosa de los vientos

eres blanca espera de la nada,

aire oscuro de voces que no entiendo.

Sabor a olvido de la tierra que siembras,

Andas cierta por mi cuerpo,

eterna y dulce

   Señora del Miedo.

viernes, septiembre 11, 2009


Un día cualquiera,

en un parpadeo

apareces en un parque

Confundido entre dentro y fuera

caminas solo por la calle

  sólo caminas por la calle

     qué camino solo es la calle...

si eres invisible

si el vacío es un demonio que sueña

con besos de trigo y miel

y la mañana abre a cuarenta grados

de caña fermentada

bajo el frío de un periódico silencioso

que te anuncia sin que lo sepas

dentro de las cifras

inventariado

olvidado y no    caminas otra vez

con tus zapatos de piel y tierra

   sigues la música que escuchas

lenta    lejana

hasta que de pronto estas allí

en el epicentro del paraíso

con tres abrigos  una gorra y ese ardor

que taladra desde la nariz hasta el cerebro

Detienes tu corazón con las manos

para que no caiga por los huecos

guardas el mundo en una bolsa de papel

y empiezas a bailar

 

Bailas solo por la calle

   sólo bailas por la calle

     que baile solitario es la calle...

si eres invisible

si el vacío es una mano que nunca viene

aunque sea triste   

                  igual que la tuya

aunque sea soñada   

                  como la muerte

aunque sea como el hambre de miel y trigo

  sólo bailas

montado en esperanza

bailas solo   por la calle    bailas

mientras el mundo te mira

te señalan con ironía por no tener sombra

pero sonríes

no tienes nada   pero sonríes

¿cómo puedes sonreír   si no tienes sombra ni nada?

tú sólo sonríes

porque los locos te creyeron solo

y no saben que aún

te quedan los reflejos.

 

 

GÜNTER ROJAS

miércoles, septiembre 09, 2009

He aprendido,

yo digo que he aprendido,

que cuando el aire es una espesura gris

   flotando alrededor

y la tristeza, una calle larga

y las pisadas propias un espiral.

 

Cuando la esperanza es un ángel / que sonríe lejano.

Percibo,

sólo entonces siento,

que la cuerda espinosa en el cuello / mano de dios todopoderoso

no ha terminado de apretar.

 

 

 

Günter Rojas



Heme aquí


Heme aquí

compareciendo ante un juicio inapelable

fantasma amordazado ante el paso del tiempo

irrevocable imagen que me desmenuza

sin concesiones

para llorar los versos que forman el mundo.

 

Heme aquí

defendiendo con garras y colmillos

el despojo que yace bajo

las piedras de este calendario

lamiendo las huellas de un ayer infinito

cuando el origen era yo.

 

Heme aquí

Envejecido y lejano

compareciendo ante un juicio inapelable

contra este yo de ahora que

poco tiene

que ver conmigo

 

 

 

Günter Rojas